En decoración el color rojo entra en la categoría de tonos “peligrosos”, ya que hay que tener cuidado de utilizar este color pues podemos correr el riesgo de producir justo el efecto contrario al que deseamos dando un aspecto demasiado “saturado” al espacio.
Con imaginación el rojo es un espléndido color que podemos utilizar para decorar un salón de estilo moderno o una habitación juvenil.
Existe una gran variedad de tonos que se derivan del rojo. En el mercado podemos encontrar desde los más claros hasta los más ooscuros. La elección de unos u otros ira encaminada dependiendo totalmente del lugar que vamos a decorar.
En una estancia juvenil podemos aplicar perfectamente un vibrante color carmín; pero una sala de estar o una vivienda de un estilo mucho más clásico, lucirá mejor con un rojo burdeos.
Como podéis observar el tono rojo dependerá de la estancia a decorar y del estilo que deseemos brindar. Lo mejor es, antes de pintar, probar con un selector de pared o pintar en un pequeño rincón para ver si es el tono deseado.
Deberemos recodar que un color recién aplicado, siempre lucirá mucho más brillante… pero luego se aclarara u oscurece al secarse. Si vemos que es demasiado claro, una vez seco podemos agregarle algunas gotas de pintura negra, de esta forma apagaremos su estridencia.
Igualmente, otra idea si no nos atrevemos a pintar con el rojo podemos utilizarlo en nuestro mobiliario. Por ejemplos buscar el tono rojo en las cortinas, o cojines… incluso podemos tapizar o poner tapetes, objetos de arte, accesorios como floreros rojos, cuadros, flores secas o frescas… incluso solo en el marco de ventanas o puertas.
Aventurarse con el color rojo es complicado, pero seguro que luego no te arrepientes. Correr riesgos, para un resultado sorprendente.