Las alfombras son un gran complemento a la hora de decorar nuestra casa. Nos ayudan a delimitar los espacios, aportan calidez y confort y protegen nuestros suelos. Además, la variedad de diseños y formatos es tan amplia, que sus posibilidades decorativas son inmensas. Pero hoy vamos a centrarnos en piezas muy especiales. Descubre las ventajas de elegir una alfombra vintage para vestir tus suelos.
En lo que se refiere a elegir una alfombra, y aunque existen algunas reglas que hay que tener en cuenta, hay dos factores que cobran gran importancia: la calidad y el propio gusto de cada uno. Sin embargo, las ventajas de decidirse por una alfombra vintage son indiscutibles. ¿Quieres saber por qué? Sigue leyendo.
El valor de una alfombra vintage
Existen en el mercado alfombras de todo tipo de calidades, diseños, colores, tamaños… La variedad es infinita, y esto es una ventaja porque así todo el mundo puede encontrar la alfombra que necesita. Está claro que la calidad ha de ser uno de los criterios que nos guíen a la hora de escoger la alfombra ideal, pero incluso dentro del apartado de alfombras de calidad hay muchas opciones para elegir.
Puede que te gusten las alfombras modernas, de nueva factura, con diseños minimalistas y contemporáneos. Es una opción muy válida a la hora de elegir este complemento textil que tanto aporta a los interiores. Sin embargo, y sin desmerecer a las nuevas, hoy quiero hablarte de las ventajas de decidirse por una alfombra vintage antigua. Y, créeme, en este caso todo son ventajas.
Alfombras orientales, pura artesanía
Si te decides a poner en tu casa una alfombra oriental, lo mejor es que primero te informes un poco sobre ellas, para poder decidir si lo que encuentras es realmente lo que buscas. Las alfombras orientales son perfectas para poner un toque exótico en cualquier espacio. Son piezas de indiscutible belleza que irradian personalidad y que destacan por sí mismas.
Sin embargo, y aunque te parezca mentira, resultan muy versátiles gracias a su capacidad para adaptarse a todos los estilos decorativos. A mí me encantan, por ejemplo, en ambientes ultramodernos, equipados con muebles de líneas rectas y contemporáneas.
En interiores minimalistas en los que la paleta de colores es sobria y elegante, una alfombra oriental pone la nota diferente y crea un contraste realmente especial.
Elige una alfombra artesanal
Si te pasa igual que a mí y te gustan las alfombras orientales, tendrás que prepararte porque hay tantas alternativas a tu alcance, que la elección puede volverse complicada. Yo recomendaría dejarse guiar por la calidad. Las alfombras artesanales de procedencia oriental son siempre una buena opción, debido a su diseño especial y a la calidad de los materiales naturales empleados en su fabricación.
Proceden de países como India, Turquía, Pakistán e Irán, y están hechas a mano a partir de materiales como el algodón, la lana o la seda. La base de la alfombra suele confeccionarse de algodón, y sobre ella los artesanos van anudando las fibras de lana o seda. El tipo de nudo que se emplean define el origen de la alfombra, porque no en todos los países se fabrican igual.
Ya sea nueva o antigua, apuesta por una alfombra artesanal, hecha a mano, que puedas conservar por muchos años. Como su calidad es superior, este tipo de alfombras duran toda una vida, por lo que es posible encontrar modelos antiguos en muy buen estado de conservación.
Alfombras vintage, claves para elegirla
Si estás buscando una alfombra vintage antigua, necesitarás tener claros algunas cosas que pueden ayudarte a acertar.
Fíjate en el diseño: el tipo de dibujo que reproduce una alfombra dice mucho de su procedencia y también puede poner un poco de luz sobre cuál es su antigüedad. Infórmate y aprende a distinguir unos patrones de otros.
Observa los colores: el hecho de que estén ligeramente apagados o tenues puede indicar que es una alfombra artesanal y que tiene sus años. Seguramente el artesano que la fabricó utilizó tintes vegetales para teñir las fibras, lo que le da a la alfombra una naturalidad muy especial.
También has de tener en cuenta que las alfombras artesanales no son perfectas. Su textura no es completamente regular y en eso reside parte e su encanto. Si la alfombra tiene alguna imperfección eso querrá decir que seguramente está hecha a mano.
Las señales de desgaste que puede presentar una alfombra vintage en determinadas zonas donde haya sido más pisada, o si tiene uno de sus bordes un poco deshilachado, son una prueba de que es una alfombra antigua. Cierto que estos desperfectos pueden devaluarla, pero también vienen a demostrar que se trata de una antigüedad.
Ten en cuenta estas indicaciones y seguro que encuentras la alfombra vintage que buscas para tu salón. Una auténtica pieza artística que te acompañará durante muchos años.