Navegando por la web he descubierto este mueble reconfigurable de los arquitectos Paredes.Pino.
¿Se imaginan un mueble transformable, divisible, extensible, personalizable? Pues parece que todo esto lo tiene redo-me, un producto hecho en tablero contrachapado de madera en diferentes acabados y metracrilato transparente o translúcido.
A mí me hace acordar al mecano que usaban mis hermanos para jugar, porque las piezas pueden ensamblarse mediante un sistema de varillas extensibles que permite un número indefinido de montajes y desmontajes. Y también se pueden cambiar las dimensiones y forma del mueble agregando o sacando piezas. Los creadores han ideado tres medidas de configuración: S, M y L, para que el usuario pueda elegir la que prefiera.
Lo que me gusta del producto es que se puede personalizar de acuerdo a tus gustos, por ejemplo, se le pueden agregar brazos, hacerlo más alto o largo, convertirlo en una mecedora, en un banco, en un revistero o en estantes.
Creo que la estética no se adapta a cualquier ambiente, pero es indudable que satisface muchas necesidades que tenemos en nuestro hogar. Me lo imagino muy útil para el cuarto de los niños, pues se puede adaptar a diferentes usos a medida que el niño vaya creciendo hasta que se convierte en adolescente.
Lo bueno del producto sin duda es su larguísima durabilidad, ya que se puede reutilizar de distintas maneras reproduciendo un nuevo mueble cada vez. Y, según dicen sus fabricantes, se logra un verdadero compromiso con las tres R de la sostenibilidad: Reuse, Reduce, Recycle.
También me gusta el sistema de embalaje y entrega en un maletín muy cómodo y funcional.