Si tienes el problema de un dormitorio demasiado oscuro, con ventanas pequeñas o poca incidencia de luz natural, el color puede ser un gran aliado para que produzcas un ambiente lleno de vida y de color.
¿Cómo usar al color para dar luz a una habitación de natural penumbrosa?
Lo que debes hacer es elegir un color vibrante que te sea caro. Nuestra opción: el verde limón. Brillante, luminoso, animado…
Para que se convierta en el centro del espacio tienes que destinarlo al mueble protagonista del dormitorio: la cama. Ya sea a su cabecero o soporte. No temas pintar todo el mueble de ese color vivo.
Una vez que veas el resultado comprobarás la afinidad de la luz por los colores brillantes: la mera presencia del color vibrante creará la sensación de un espacio más amplio al difundir la luz con gran fuerza, sea natural o eléctrica. Un color vibrante, en grandes dosis, dota de luz y alegría a cualquier espacio.