La versatilidad en las mesas de centro es una propiedad interesante, la mesa de centro es tradicionalmente un mueble auxiliar del salón, aunque con gran protagonismo en el conjunto de la estancia, pero que no tiene una clara función definida sino que esta va cambiando, adaptándose a las circunstancias de cada momento.
Si en vez de una única mesa disponemos de un conjunto de cuatro más pequeñas que se acoplan entre sí, desde luego es evidente que las posibilidades de uso se nos multiplican enormemente, puesto que podemos modificar más fácilmente la ubicación o la composición y porque tenemos la posibilidad de usarlas juntas o por separado.
En este caso se trata de un conjunto de cuatro módulos, que podemos elegir en un único color o en varios y que sirven además de como mesa, también como taburete, una gran ventaja, puesto que es un modo muy práctico de disponer de cuatro asientos a mayores para los días en que tenemos invitados. Además por tratarse de piezas pequeñas y ligeras es muy fácil moverlas e incluso se pueden usar en un momento dado en otra habitación, por ejemplo, en el dormitorio.
La propuesta es de Kristalia, un producto que parece muy sencillo y simple, sin embargo tiene un diseño altamente cuidado y meditado, tanto en sus dimensiones como en su forma, está pensado para optimizar su funcionalidad en el hogar en todos los sentidos.