Cuando mi pequeño cumplió los once años me pidió que le quitara la cenefa de barquitos y las cortinas de muñecos. Así que me puse a la tarea y, la verdad, no me resultó muy difícil.
Lo primero fue cambiar el color del dormitorio, empapelado con un tierno azul con su cenefa de barquitos. Como no me apetecía volver a empapelar pinté el papel, bueno le día hice unos manchurrones y cómo me gustó continué por toda la habitación.
¡Oye, qué bien quedó!. Le dio fuerza y un aspecto muy masculino. Luego busque una cenefa roja con letras chinas ,que él me pidió. Pero me quedé corta, así que busque por casa y encontré cinta americana, color acero, con ella rellene los espacios que me faltaban y le estampé, con pintura y una plantilla, letras chinas.
Los muebles se quedaron, desaparecieron muchos peluches y le hice un cuadro con su nombre combinando con papel charol todos los colores de la habitación que le dió un toque individual y más adulto. Todo ello junto a unas nuevas cortinas hicieron del conjunto un ambiente más masculino y más adulto.
Lamento no poder enseñaros el resultado pero no tengo ni una sola foto de este cambio.
Para opendeco.es, Muri. Un beso.