La decoración al estilo alemán, se caracteriza por ser sobria, elegante y a su vez innovadora y contemporánea.
Su apariencia general, resulta de un gran brillo y destaca con aplicaciones de diseño culturales.
En el piso, son usados los materiales como el hormigón y el granito o alguno más económico como puede ser el linóleo brillante.
En los aparatos de cocina, el acero inoxidable cobra más importancia que el cromo, sobre todo en los elementos decorativos, como las lámparas, manillas, encimeras….
En los gabinetes, lo más usado, es el elemento vidrio, este da un toque de elegancia y brillantez.
Para conseguir el brillo en las habitaciones, en ocasiones, se opta por dar barniz de una alta gama de brillo en cajones y armarios.
Todos relacionamos a los alemanes por su fama de grandes bebedores de cerveza, esta característica puede darle un toque muy “chic” a nuestro hogar. Una pequeña barra en la cocina con toque estilo bar sería muy apropiada. Jarras de cerveza colgadas en la pared darán toda una personalidad alemana. La decoración de los bares alemanes no difiere mucho de los europeos, pero si la decoración es al estilo tradicional, tenemos mucho partido que sacarle.
Si todo el hogar tiene un toque brillante, la cocina puede chocar con un ambiente rústico.
La luz de este rincón tan particular ha de ser tenue, aunque en la parte de la cocina en donde vayamos a trabajar los alimentos no debemos tener demasiada escasez de luz.
Las grandes jarras de cerveza no pueden faltar, incluso, si nos gusta esta bebida o somos aficionados a ella o grandes admiradores, podemos instalar un serpentín en un rincón de la cocina para cuando nuestros amigos vengan de visita.
Fuente: todo colección