Una de las primeras manualidades que recuerdo hacer de pequeña, son pompones de hilo con mis hermanos. Fue divertido coger madejas de colores y después crear coloridos pompones con los que nos hacíamos llaveros, pulseras, etc.
Cada vez se empiezan a rescatar estas manualidades y se utilizan en ámbitos en los que no habías pensando antes, como es el caso de los pompones. Un accesorio que ha pasado de decorar un cumpleaños, a ocupar un sitio privilegiado en la habitación de los niños.
Aprovechando una esquina difícil, en la que poner un cuadro sería lo más lógico, han decidido colocar unos pocos pompones de diferentes tonos. El aire que adopta la habitación es más festivo con un punto de alegría.
Para todos los que os atreváis a probar, os dejo con unas sencillas instrucciones para crear vuestros propios pompones:
Primero necesitarás papel de seda en dos tonos monocromáticos (rosas y amarillos, verde y azul,…), de los que has de reunir cinco, siete o nueve trozos (debe ser un número impar para obtener este aspecto). Una vez los tengas, se han de cortar tres veces más largo que su anchura.
Con los papeles apilados se plegarán en forma de abanico y después recortar los extremos del papel con forma triangular, para simular los pétalos. Deberás atarlos en la parte central, colocando en la parte superior el papel que quieras que se vea primero.
Después, apretaremos la cuerda hasta que se abra la figura y, colocaremos manualmente los pétalos abiertos. Así le daremos la forma que queramos al pompón.
Para colgarlo del techo o colocarlo en la pared, deberemos dejar un pedazo más largo de hilo. También podemos unirlo con adhesivos u otros materiales, ya que el pompón no es un elemento que su peso lo vaya a desplazar al suelo.
¿Sencillo, verdad? Anímate a hacer unos y seguro que el resultado te convence.
Original: A beautiful mess