Las plantas son sinónimos de vida, de naturalidad, de frescura, de pureza. Incluirlas en la decoración de nuestro hogar resulta imprescindible. Aportan a cada habitación una sensación de limpieza que pocos elementos pueden igualar, por no decir ninguno.
Desde luego, las más bonitas son las que tienen flor, sin embargo, resultan las más costosas de mantener vivas y sanas. Y el verde es el color de la esperanza, así que no hay por qué complicarse la vida cuando hay soluciones más sencillas. Los lugares perfectos para colocarlas siempre son el salón y la cocina, siempre y cuando disfruten de luz natural, para que no se marchiten.
Son un complemento sencillo y perfecto para el rincón inutilizado del salón, o la jardinera vacía de la cocina. Y si no quieres tener que cuidarla tú misma o mismo, siempre tienes la posibilidad de comprar un centro de mesa natural, como el que propone Rioja Jardín. Pon una planta en tu vida.