Si poseemos un apartamento o un piso pequeño, o simplemente un espacio donde no caben muchos muebles, como pueden ser un recibidor o un pasillo, personalizar las paredes puede resultar el mejor recurso decorativo. Por tanto, personalizar las paredes nos permitirá prescindir de los muebles y complementos innecesarios sin renunciar a que la decoración tenga carácter.
Un zócalo alto para un recibidor pequeño
Los zócalos altos son ideales para recibidores pequeños, ya que dotan a la estancia del estilo que deseamos sin tener que incorporar ningún mueble. Con tan solo el zócalo como elemento decorativo podemos crear un gran número de estilos y de ambientes. Los zócalos con molduras de escayola son los más clásicos, pero también podemos utilizar los zócalos de madera pintados del color que deseemos, aunque no debe ser un color muy oscuro ya que puede resultar demasiado clásico y hasta algo opresivo.
Dar vida a los pasillos
Los zócalos son la única forma que tenemos en muchas ocasiones de dar vida a un pasillo. Aunque debemos intentar que el zócalo no sea demasiado agresivo si el pasillo es estrecho, ya que el resultado puede ser demasiado cargante.
También debemos tener en cuenta que en un pasillo es muy importante que el zócalo pueda apreciarse en su totalidad, sin quedar cortado ni interrumpido por puertas ya que entonces se perdería una gran parte del efecto que buscamos obtener.
Los zócalos que tienen figuras o cenefas geométricas quedan muy bien en los pasillos con paredes largas y sin interrupciones.
Zócalos de tela y papel pintado
Los zócalos de tela son perfectos para espacios como los vestidores o para habitaciones pequeñas. Las telas dotan, además, a los zócales de un aire mucho más romántico.
Si además combinamos la tela con el papel pintado conseguiremos muchas más posibilidades de combinación y de creación de ambientes. Aunque en este caso, debemos tener en cuenta que los zócalos de tela son menos prácticos ya que se ensucian mucho más.