Los libros son objetos que deberían formar parte de nuestra vida. Son capaces de contarnos historias increíbles a la vez que nos entretienen. Su lugar habitual son las estanterías de nuestros hogares, o cuando tenemos muchos, suelen acabar metido en cajas almacenadas en nuestro garaje o trastero. Lo que no todo el mundo sabe, es que los libros pueden ser utilizados para dar un toque muy especial a nuestro hogar. Simples pero distintivos detalles que aportarán personalidad a muchos rincones de nuestro hogar.
Y es que todo el mundo tiene en su casa libros, ya sean nuevos o viejos, que no saben muy bien que hacer con ellos. Al final, el paso del tiempo lo único que hace es que se acumule gran cantidad de polvo en ellos. Si quieres sacarle mayor provecho, que mejor forma que utilizarlos para decorar nuestra casa. Si no sabéis muy bien como conseguirlo, a continuación os dejamos algunas ideas para ello.
Libros como base decorativa
Podemos utilizar unos cuantos libros apilados o tal vez uno solo sobre el que colocar cualquier otro objeto. En el caso de la imagen se ha colocado una vieja cámara de fotos, pero bien podríamos haber colocado una lámpara o un jarrón.
Aquí podemos jugar con el desorden para crear una decoración diferente. Perfecto para utilizarla en cualquier mesa o armario, ya sea en la entradita o en el salón. Cualquier lugar es bueno para reutilizar nuestros libros viejos.
Como recomendación, intenta jugar con los colores y las texturas de las encuadernaciones, así como con la dirección de los lomos y las hojas para crear composiciones más llamativas.
Libros recostados
Una de los usos decorativos más habituales de los libros suele ser utilizarlos en las estanterías, apilados unos al lado de los otros. Se puede jugar con los colores de las encuadernaciones para colocar los similares juntos. También es importante el número de libros a utilizar, ya que las cantidades impares, y no muy grandes, son perfectas para crear composiciones más armoniosas.
Podemos jugar con objetos pesados que actúen como reposalibros para crear una decoración más llamativa y espectacular. Para estos reposalibros, podemos utilizar prácticamente cualquier objeto que tengamos en casa, incluso hacerlos con nuestras propias manos.
Apilados
Pequeños montículos de libros montados en mini escenográfas también resultan muy atractivos de ver y resultan muy buenos para dar un toque de intelectualidad a la habitación. 3, 5, 7 libros amontonados, con algún bolígrafo encima, o un tintero antiguo, constituyen un encuadre muy decorativo.
Este tipo de decoración, también puede resultar muy elegante para determinados eventos, como puede ser la celebración de una comunión o una boda. Lo más importante es saber jugar con los libros que tengamos para sacarles el máximo partido.
Libros voladores
Un toque más moderno y llamativo también lo constituye una pila de libros de data más actual, colocados en la pared encima de varillas que apenas se vean, para así lograr la sensación de que los libros se encuentran volando. Coloca dos o tres de estas pilas de forma desalineada entre si, y verás que buen efecto producen.
Libros antiguos
Generalmente, los libros antiguos generan un mejor efecto decorativo, por lo que te sería conveniente recorrer los mercados de pulgas o antigüedades para hacerte con algún ejemplar lindamente encuadernado y con texturas elaboradas. Pero recuerda que los libros son objetos muy frágiles, por lo que no debes exponerlos demasiado si no quieres que se dañen.
Si os decantáis por esta opción, podéis aprovechar para reutilizar otros objetos viejos que tengáis en casa y que os hayan marcado a lo largo de vuestra historia. En el caso de la imagen, se ha colocado un patín al lado de los libros. Un patín que nada tiene que ver con los actuales pero que muchos hemos utilizado para aprender a movernos sobre cuatro ruedas.
Dentro de objetos
Los revisteros son muy utilizados en la actualidad para decorar los salones de los hogares. Siguiendo esta idea, podemos hacer algo parecido pero con los libros. Una vieja cesta de mimbre o de alambre puede ayudarnos para alcanzar nuestro objetivo. En su interior podemos colocar aquellos libros que más nos han gustado, más bonitos o los que tenemos pendientes por leer.
Así que ya sabéis, si sois de esas personas que dedican parte de su tiempo libre a devorar libros, una vez que los hayáis acabado no los guardéis muy lejos ya que los podéis utilizar para decorar vuestro hogar. Solo hace falta un poco de imaginación y muchas ganas de cambiar la apariencia de nuestra casa.