Sobre todo en las paredes del dormitorio, donde cualquier adorno siempre nos parece poco atractivo, tenemos una decoración muy moderna y siempre vistosa, si componemos una serie de dibujos geométricos o acompañando al cabezal de la cama solamente, o disponiéndolos de forma dispersa por todas las paredes. También en una pared del salón seguro que queda bien, por ejemplo.
Los podemos dibujar directamente sobre nuestras paredes lisas. Antes que nada, debéis tener en cuenta el color de la pared, y luego comprobad que los colores elegidos combinan bien con ese fondo. Para ello, pintad algunos sobre papel y los pegáis (de forma leve claro, pues el papel/prueba se retirará luego) para que así os convenza de que combina bien. Cuando tengáis claro el diseño geométrico y el color, sólo debéis trazar con un lápiz de carbón fino y un nivel/regla, el perfil geométrico, ayudándoos de cinta de carrocero pegando a su alrededor, dejáis la zona interior lista para pintar con el color elegido. Una pintura plástica monocapa, por ejemplo, sería perfecta, ya que no es muy líquida y no tiene porqué salirse del contorno establecido a través de posibles fisuras de la cinta pegada. Pero cualquier pintura se puede utilizar.
Si la pared no es lisa porque tiene gotelé u otros relieves, dibujar los diseños geométricos es un poco más complicado, pero se puede hacer sin problema. Esta vez debemos conseguir un lápiz de carbón más grueso, de los utilizados en carpintería, y trazaremos una línea sujetando el mismo desde casi el extremo para que en una sola pasada nos quede una línea recta. La cinta de carrocero deberá estar pegada con más cuidado, procurando que siga todas las hendiduras del relieve. Si disponemos de pintura del color del fondo, nos vendrá muy bien, porque quizás tengamos que retocar en zonas donde la pintura del diseño se haya pasado de la cinta. No os preocupéis demasiado si de muy cerca no os parece un perfil acabado completamente recto, ya que la sombra de los relieves impide un 100 % de visión rectilínea.
Toni Ferrando.