El mes de septiembre es para muchos el mes de los buenos propósitos. Tras el verano, todo el mundo vuelve a sus rutinsa diarias, pero con la idea de llevar a cabo esas propuestas que tanto tiempo llevan rondando por su cabeza.
Debido al auge del teletrabajo, el hogar se ha convertido en una inesperada oficina. Espacio que antes parecían de uso doméstico, han pasado a formar parte del lugar de trabajo. Para hacer esos sitios más confortables, desde Menamobel han presentado algunas soluciones que se adaptan a todo espacio.
“Afortunadamente, explica Ivana González Mensa, directora de Menamobel, cada vez hay más opciones para ‘camuflar’ un escritorio en un espacio que no está destinado a ello. Desde siempre el salón ha sido el ambiente para relajarse, pero la evolución hacía el teletrabajo nos ha llevado a buscar espacios para ello. Los fabricantes han escuchado a los clientes y ya están creando composiciones de salón que incluyan una zona de trabajo y que resulte en total armonía con el entorno”.
Soluciones para los salones que se adaptan a la personalidad de los habitantes de la casa sin perder la funcionalidad del espacio de trabajo con distintos compartimentos habilitados.
Otra posibilidad, si se dispone de espacio, es convertir habitaciones en auténticas oficinas con todo lo indispensable. “En algunos hogares hay habitaciones desaprovechadas, un cuarto de los trastos o de juegos, y los niños tienen ya 20 años, el problema es que da pereza transformarlo en un despacho, pero basta con ponerse manos a la obra”. Otras opciones si se dispone de escaleras es ubicar una zona de trabajo en el hueco de las escaleras, con asientos que queden totalmente ocultos bajo el escritorio, de esta forma, se da utilidad a un espacio muerto de la casa.
Un hábitat para cada espacio
De vuelta al dormitorio, no está reñido un lugar de descanso con algo más funcional. Si el problema es la falta de espacio, se pueden adaptar las mesas de estudio. Menamobel realiza diseños personalizados adaptándolos a esos espacios que se resisten, como una reducida zona de almacenamiento, que puede solucionarse mediante la fusión de armario y mesa, todo en un mismo sitio.
Si el problema son las esquinas, existen propuestas que se adaptan a esos huecos recóndito para aprovechar al milímetro cada espacio.
Y si lo que se requiere es más espacio de descanso sin perder la estética de oficina, entonces se puede optar por una litera convertible que mantenga el orden y pueda transformarse en cualquier momento en un excelente complemento visual.
Cualquier rincón puede ser un buen lugar de trabajo, siempre y cuando exista una fuente de luz suficiente, un correcto ángulo visual y una postura adecuada.