El negro es un color que aplicándolo a la decoración de la casa, se puede convertir en una tendencia rompedora.
Al aplicarlo en la cocina, podemos contrastarlo con los utensilios y objetos que esta la componen (boles, platos, cubiertos…), de color blanco. Si somos atrevidos incluso las paredes se les puede aplicar el negro.
El negro es la ausencia de luz, pero si lo combinamos con otros matices como el gris, rojizo, negro azulado… puede resultar muy acogedor e interesante.
Todos sabemos que siempre ha sido el rey de la moda del vestir de noche, sin embargo, la decoración del hogar siempre se ha resistido a utilizarlo, este puede ser el momento de probar e innovar, comprobaremos que puede favorecer nuestra casa.
Este color, tiene el poder de revivir otros tonos, definir, limitar espacios…y sobre todo si lo hace con el blanco, su opuesto.
Blanco/negro da como resultado elegancia geométrica, por ejemplo un sofá blanco ribeteado en negro, unas cortinas blancas con el forrado del cajón en negro, los suelos combinado en azulejos blancos y negro (el dibujo llamado damero, el cual, estuvo de moda hace varios siglos, y provoca un espectacular movimiento visual, el blanco tiene sensación de retroceso, mientras el negro la tiene de avance).
Los estados de ánimo que provoca este color don diversos, puede crear atmósferas sensuales, poéticas, elegantes, sobrias, eróticas, incluso en ocasiones tétricas y espeluznantes. Todos estos estados son ambientes de teatro en donde vivir.
Los grandes arquitectos utilizan el negro para ocultar imperfecciones o defectos, mientras que el blanco los muestra.
Fuente: hogar total