En el primer artículo os hablé de los colores activos que son todos los colores denominados cálidos y en el segundo artículo os hablé de los colores pasivos, que son todos los colores fríos. Además en cada artículos os comenté como afecta cada color a nuestro carácter al situarnos en una habitación pintada de determinado color.
Para acabar con esta serie sobre cómo elegir el color adecuado para pintar una pared para que nos ayude a mejorar nuestro estado anímico según las reglas del Feng Shui, en este artículo os voy a hablar del último grupo de colores, los colores neutros.
Los colores neutros son aquellos colores a los que coloquialmente se les suele llamar colores “descoloridos” o también colores “sucios”: el beige, el gris, todos los tonos del blanco.
Estos colores en realidad no producen ningún cambio en el estado anímico de las personas, pero ayudan al resto de colores a resaltar en la decoración de una habitación y también ayudan a hacer la transición entre entornos decorativos distintos o entre un color y otro.
Esto se consigue por ejemplo pintando de blanco el techo de una habitación que tiene las paredes de otro color o pintando solamente un trozo de la pared blanco y el resto de otro color.
Los colores neutros también se pueden utilizar para el mobiliario o para los complementos decorativos, logrando así romper con la continuidad de los colores activos o pasivos.
Espero que después de esta serie de 3 artículos para aprender a elegir el color más adecuado para vuestras paredes, tengáis más claro el próximo color del que vais a pintar vuestra casa y sobre todo que sepáis como va a influir ese color en el ambiente de vuestro hogar.