Aunque algunos todavía no lo crean, el color del que estén pintadas las paredes de una habitación puede afectar al estado de ánimo de las personas que están dentro de ella.
Es más, según algunos estudios científicos médicos y los consejos del Feng Shui, el color de la pared puede hacernos reaccionar de diferente manera ante una misma situación y ayudarnos a cambiar el estado de ánimo.
Si deseas saber cual es el color ideal para una estancia en concreto de tu casa o qué color debes pintar en tu despacho para ser más eficaz en tu trabajo o en tu dormitorio para descansar mejor, aquí te voy a dejar una guía muy útil.
Estos estudios científicos has dividido los colores en tres niveles, según el efecto que tienen para el estado de ánimo. Estos tres grupos son: colores activos, colores pasivos y colores neutrales.
Los colores activos están compuestos por todos los colores cálidos y son ideales para despachos, oficinas, aulas de estudio y cualquier habitación donde se trabaje. Cada color transmite estas sensaciones:
- Rojo: Confianza en uno mismo, poder, positividad
- Amarillo: Creatividad, concentración, ganas de esforzarte en el trabajo.
- Naranja: Energía para afrontar las tareas diarias, abre las ganas de comer y ayuda a que surjan conversaciones.
Los colores activos son los colores que deberías seleccionar para conseguir una actitud positiva hacia el trabajo o hacia los estudios porque consiguen hacernos creer que podemos con el trabajo diario por muy cuesta arriba que se nos ponga.
También es un color bueno para pintar las paredes de una sala de reuniones donde se tenga que conversar mucho, ya que los colores cálidos procuran un ambiente relajado donde las personas solemos estar más dispuestas a hablar y se nos va la vergüenza y la introversión.
Como la sala de reuniones de una casa suele ser el salón o la cocina si es amplia, ¿qué te parecería probar a pintar las paredes de estas habitaciones de un color activo para conseguir que todos los miembros de tu familia conversen fluidamente?