La pregunta que encabeza el titular de este artículo tiene fácil respuesta: depende de lo que quieras conseguir. Así que hoy quiero centrarme en explicarte cuándo es mejor y cuando no pintar las paredes de tu hogar en tonos oscuros, ya que como te he dicho depende de lo que quieras conseguir, pero también de cómo sean tus estancias. No pierdas detalle.
Las paredes de una estancia se podrán pintar en tonalidades oscuras siempre y cuando se tengan en cuenta tres aspectos:
- La estancia es suficientemente grande y tiene mucha luminosidad como para atreverte a pintar con tonos oscuros sin que con ello se consiga empequeñecer la estancia quitándole así toda su belleza que la integra.
- Los tonos oscuros sólo estarán en la pared de acento de la estancia proporcionando luminosidad y un buen contraste con las demás paredes pintadas de un color neutro, pastel e incluso blanco para encontrar el equilibrio y la armonía en la estancia.
- Tu hogar dispone de unos buenos techos altos con los que poder combinar con tonalidades neutras y claras con los tonos oscuros.

Si tienes en cuenta los dos puntos anteriores para pintar las paredes de tu estancia en tonos oscuros, entonces sí es apropiado pintarlas de este modo y además conseguirás una estancia muy elegante y bien aprovechada en cuanto a color aportando tu personalidad.
Si en cambio tu estancia es pequeña y no tiene apenas luz natural entonces te desaconsejo totalmente pintar las paredes de tu hogar con tonos oscuros porque sólo conseguirás hacer la estancia mucho más pequeña visualmente de lo que realmente es creando una horrible sensación de agobio. Pero si aún así quieres decorar alguna de tus estancia con tonos oscuros aun siendo pequeña, no te preocupes porque podrás hacerlo pero siempre combinando y en mayor parte con colores claros.
¿Pintarías las paredes de tonos oscuros o prefieres las tonalidades claras?