Los murales infantiles de pared tienen una importancia que va más allá de lo puramente decorativo. En los primeros meses de vida del bebé (en general, podemos decir que en sus primeros años) todos los estímulos que le rodean, ya sean juguetes, murales decorativos o colores de la pared, contribuyen a su desarrollo psicológico, cognitivo y afectivo.
Ten en cuenta, por ejemplo, que los pequeños empiezan a percibir colores de manera progresiva. Los expertos estiman que los bebés ya pueden distinguir el rojo a la semana de haber nacido. En general, para los murales, fotomurales y vinilos decorativos de pared es recomendable utilizar colores suaves y huir, en la medida de lo posible, de los colores primarios (aquellos que no se consiguen a partir de la mezcla de ningunos otros), ya que su intensidad puede resultar agotadora para el pequeño o la pequeña.
Variedad y originalidad
Hay que considerar que en sus primeros años de vida, los pequeños pasan una gran cantidad de horas en su habitación, por lo que la elección del color en los murales para la pared y vinilos de decoración es esencial. Te recomendamos que no utilices simplemente líneas y colores, sino que, en la medida de lo posible, apuestes por murales con dibujos, formas, animales u objetos geométricos, que estimulen la personalidad e intelecto del pequeño.
En empresas y tiendas online no sólo encontrarás opciones lisas de decoración de murales, sino también opciones con dibujos, más o menos esquemáticos, y personajes de dibujos animados.
Participación en la decoración
Una vez que los pequeños de la casa se van haciendo menos pequeños, es importante que tomen parte en las decisiones que se toman en el hogar, para que sientan que su voz se toma en cuenta cada vez más.
En el apartado de la decoración de la habitación es todavía más importante que dejes que tu hijo o tu hija muestren su personalidad y participen en el proceso de decisión de los colores, texturas y modelos de murales de decoración para las paredes, vinilos o fotomurales. Al fin y al cabo, es tu hijo el que va a tener que convivir con las cuatro paredes que le rodean en el cuarto.
También, a la hora de jugar con el color en las paredes y murales de una habitación infantil, tienes que tener en cuenta que, aproximadamente, cada tres o cuatro años es necesario que redecores el entorno del pequeño, en línea con su desarrollo y crecimiento.