El estilo Shaker está basado en la religión. Orden, limpieza y adoración son sus prioridades.
En cuanto al diseño, son sus componentes la simplicidad, la artesanía y la utilidad.
Esta forma de vida comunal invita a compartirlo todo y no existe nada de forma individualista.
El mobiliario es muy ligero y fácil de transportar para ser trasladado fácilmente.
Los adornos son los justos, cada detalle tiene su razón y cada objeto su función en su lugar específico.
La artesanía tiene mucha fuerza, es muy práctica y la belleza peca de austeridad.
Las paredes suelen ser de color crema con maderas en color oscuro y los suelos de madera de pino.
Los objetos se cuelgan en rieles con clavijas sujetos a la pared, a la altura de los hombros, todo ello para que en los suelos no haya ningún objeto.
Los tejidos son sencillos y caseros, cosidos y trabajados para usarlos personalmente.
Los muebles auxiliares de las habitaciones son muy escasos fabricados de madera de cerezo, arce, pino y roble. Un detalle de este estilo son las sillas que se cuelgan en la pared boca abajo.
Las camas, al ser más pesadas se les aplican ruedas para poder moverlas más fácilmente, todo esto, por supuesto, para facilitar la limpieza.
Las mesas de comedor son de estilo caballete para aprovechar al máximo la habitación y las sillas de tapicería de cintas cosidas unas con otras.
Un ornamento muy característico de este estilo son las pequeñas mesas redondas, estas se diseñaban para sostener cajas para guardar toda clase de objetos.
Fuente: chido