Anteriormente el uso de los mosquiteros era bastante común, pues ante la abundancia de insectos voladores durante las inclemencias veraniegas se hacía necesario protegerse no sólo de los molestos zumbidos o piquetes de un mosquito, sino de las enfermedades que éstos eran capaces de transmitir.
Las circunstancias han cambiado, y estos hermosos pabellones que reposaban sobre camas suntuosas se empolvaron hasta olvidarse, hasta ahora que se han vuelto a valorar sus características decorativas y útiles.
Los mosquiteros siguen creando una atmósfera vaporosa e íntima en las habitaciones de niños, jóvenes y adultos, y cumplen muy bien su función primigenia en los exteriores. Actualmente los hay disponibles en variedades de colores y telas que van desde la gasa y el nylon hasta la seda, pero es importante asegurarse de que éstas sean lo suficientemente frescas y transparentes como para no sofocarnos, acalorarnos o aislarnos por completo del mundo de forma innecesaria. También sería idóneo que ofreciera la ventaja de poder lavarse a máquina sin mayores complicaciones.
Ikea tiene disponible en su página web varios modelos para habitaciones y exteriores cuyos precios van desde los 12 hasta los 15 euros. Vale la pena darse un pequeño gusto a la vez nostálgico y funcional.
Fuente | Ikea