El cambio de habitación que vamos a ver hoy es el de Natalie, una niña a la que le han decorador hasta el último detalle de su enorme cuarto. Llama la atención la cantidad de elementos que han utilizado y la combinación de colores atípica en una habitación para niña.
Las paredes han adoptado un tono verde agua muy claro, que con la luz del día se hace inapreciable, así que es una buena opción para no recurrir al blanco, y la han cubierto de cuadros, manualidades y estanterías dignas de una tienda infantil.
Sobre su cama hay una estructura blanca acolchada, de la que salen un montón de mariposas de papel en tres tonos distintos. Estos colores se unen a otros elementos de la habitación, así que armonizan con la decoración. Junto a ellas hay dos cuadros con unas siluetas en rojo con el fondo amarillo que atraen al ojo con una fuerte mancha de color.
En la pared derecha de la habitación han colocado una serie de estanterías que imitan las que tienen en las librerías y tiendas infantiles con todo su repertorio de cuentos. Con unas portadas bonitas y una colocación ordenada, es una muy buena opción para que la niña recurra antes a un libro que a una videoconsola.
Su cuarto de descanso es también el de sus juegos, por eso en la otra pared vemos una enorme casa de muñecas y una cocinita rosa con miniaturas de todo tipo. Por eso la pared sobre esos elementos no podía ser menos esta decorada con cuadros y bastidores. En los cuadros hay escritas frases positivas junto a dibujos de animales, mientras que en los bastidores hay trozos de telas llamativas y un bordado en fieltro que despeja al sol de una enorme nube blanca. Un recurso fácil, rápido y con muy buen resultado.
Si hay algo que me gusta de esta habitación es como se ha rescatado parte del mobiliario que había anteriormente y con una mano de pintura, algo de papel decorativo y unos pomos nuevos con botones, se les ha podido dar otra vida más alegre y duradera.
¿Qué os ha parecido la nueva habitación de Natalie?
Fuente: Living with Punks
