Los colores estimulan la visión y además despiertan todos los sentidos.
Te recomendamos que si tu hijo ya tiene más de dos años te decidas por la incorporación en su dormitorio de los colores, puedes empezar con los básico, rojo, azul y amarillo y de apoco irle agregando los otros que se te ocurran.
Por ejemplo puedes pintar su mobiliario de diferentes colores, lo compras sin pintar al natural y ahí decides como decorarlos.
A modo de ejemplo las puertas del placard si son dos, una roja y la otra azul, los cajones debajo de la cama, uno amarillo, otro azul y otro rojo. La mesa de luz de amarillo y azul y así ir jugando con los colores para que tus nenes se sientan súper estimulados por ellos.
La gran ventaja que aporta los colores es que divierten y además fijan las imágenes por lo que al cambiar alguna de las piezas de su lugar original puedes lograr visiones distintas del mismo cuarto con el mismo mobiliario.
