Encontrar una solución creativa y práctica a la falta de espacio en la habitación de los niños, es más fácil de lo que parece. Sólo necesitamos volver a mirar las cosas con otros ojos y seguro que encontramos rincones u objetos que nos irían mejor y darían amplitud a la habitación.
Casi todos los niños tienen una pizarra en la pared de su habitación u en su cuarto de juegos, pero lo que si coincide es que se trata solamente de una pizarra. Pero si se le pudiera dar otra utilidad ¿Cuál podría ser?
En casa de Ana la pizarra de sus pequeños también es su escritorio, ya que han diseñado una puerta que diferencia los dos objetos en uno solo.
Han colocado en la pared un mueble parecido un armario en formato horizontal, con un poco de profundidad. En la parte exterior vemos un cuadro de pizarra con un marco blanco que sirve para ellos puedan dibujar con tizas sobre ella. En la parte interior, unas estanterías pequeñas recogen los colores y lápices de los niños, mientras que el reverso de la pizarra actúa de mesa escritorio.
Al necesitar poco espacio para dibujar, la superficie aunque es pequeña, es la suficiente para que los niños disfruten.
Cómo la idea parece sencilla, Ana ha realizado unas instrucciones para todos aquellos que quieran fabricar a sus hijos un escritorio escondido. Ya que ocupa el mismo lugar que un cuadro y su resultado final es tan bonito como un escritorio cualquiera.
Si te ánimas a realizarlo, en Ana White encontrarás los pasos. Seguro que un escritorio personalizado les gustará más que cualquier otro repleto de sus dibujos animados favoritos.