Elsie de Wolfe (1865-1950) nació en Nueva York. Fue primero actriz para terminar siendo la primer mujer en la historia del siglo XX que hizo de la decoración de interiores, un trabajo rentable.
Pero Elsie no fue sólo eso, fue también una pionera para su época y creadora de pequeños inventos que hoy forman parte de nuestra vida cotidiana. El encendido de la luz junto a la puerta de entrada, los cubreradiadores de madera, los pisos de parquet, nada de eso existía en la recargada era Victoriana en la que nació de Wolfe. Fue la primera en reemplazar los recargados brocatos y oscuros terciopelos por géneros claros y económicos. Elsie inauguró una era de elegacia, pero con practicidad y confort. Y sobre todo, con más luminosidad y frescura.
«Abrír las puertas y ventanas de América y dejar que el aire y el sol penetren»
Le encantaba el aspecto del mobiliario francés e Inglés del siglo XVIII. Por primera vez en América, Elsie consiguió que fueran las sillas mullidas, que uno realmente pudiera sentarse cómodamente sustituyendo a las sillas de época victoriana, las tortuosas sillas que las habían precedido. Fue quien hizo la chaise longue cómoda, el escritorio delicado, introdujo las palmeras y las alfombras persas. Eliminó la sombría época de arte e imágenes en las paredes de estilo victoriano, reemplazándola por espejos delicadamente enmarcados en plata y oro además de otros objetos dorados.
Elsie, quien introdujo a la sociedad americana a la fiesta, y a las pequeñas cenas íntimas fue una creadora de tendencias, inventora, e incluso revolucionaria. Sus influencias en el estilo, la elegancia, funcionalidad y el arte de vivir siguen siendo una influencia importante incluso en la sociedad contemporánea de 2001.
* Texto de crédito: Canadá Diseño de Interiores
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