No sé vosotros pero yo ya he empezado a pensar en la decoración de mi casa para las cenas de Nochebuena y de Noche Vieja y como tengo algún objeto de cobre y algún otro de latón voy a prepararlos para que luzcan brillantes y relucientes.
El latón y el cobre con el tiempo se oscurece, aparece una patina que hace que pierda el brillo y con él parte de la gracia que tiene.
Puede ser que el objeto en cuestión haya sido protegido por una capa de laca que con el tiempo haya tomado un color amarillento y opaco que no te agrada por el aspecto que le da.
Veamos como podemos lograr que recuperen su encanto primitivo.
Si el problema es de amarilleado, no queda más remedio que decapar la pieza para quitar la capa de laca que lo afea. El método es el mismo que para decapar cualquier tipo de pintura.
Por si no conoces el método, se trata de comprar un producto que se llama decapante. Deberás tener mucho cuidado porque en contacto con la piel quema. ¡Y vaya si quema!
El método es sencillo, aplicas el producto con brocha sobre la superficie del objeto y esperas a que haga efecto, lo notarás enseguida pues empieza a descamarse la pintura que tendrás que retirar con una espatula.
No lo toques con las manos limpias, pues aunque haya levantado la pintura o la laca sigue quemando.
Cuando esté libre de la laca pasa el objeto por agua para eliminar los restos y aplica un producto para pulirlo con un estropajo de esparto. Terminado este paso le sacaremos brillo con un paño de algodón o un algodón mismo.
Para que mantenga el brillo puedes darle una mano de laca pero que no contenga poliuretano que es el que amarillea con el tiempo.
Si no tuviera la capa de laca, limpiamos la pieza frotándola con limón y estropajo de esparto y luego seguiríamos los pasos anteriores.
Mis objetos de cobre y latón brillarán como recién comprados.
