Elegir el colchón ideal es una tarea más que importante, ya que será en él donde deberemos dormir noche tras noche. Este debe ser firme, recto y suavemente adaptable a las curvas de nuestra espalda.
Entre las opciones que nos ofrece el mercado podemos destacar tres tipos diferentes de colchones, cada uno con sus ventajas y desventajas, que serán evaluadas a continuación:
- Colchones de látex: este tipo de colchón posee características muy importantes, son indeformables, resistentes al polvo, antialérgicos y atérmicos; por esto puede decirse que poseen una excelente firmeza y adaptación a nuestro cuerpo. El látex puede ser natural o sintético. Y será la presencia del látex natural quien marque la calidad del colchón.
- Colchones de viscoelástico: sus características son bastantes similares a las de los colchones de látex, solo que son algo más firmes. La espuma viscoelástica se adapta ergonómicamente al cuerpo, por lo que resulta la opción ideal para quienes encuentran muy duro el colchón de muelles y muy blando el colchón de látex. Este material es completamente sintético, y posee propiedades terapéuticas que aseguran un excelente descanso.
- Colchones de muelles: si bien han sido los más vendidos durante años, su grado de firmeza varía de un colchón a otro y esto depende de las capas existentes entre la carcasa de muelles y la tela exterior, pero también, del tipo de muelle que lleve dentro, si este se encuentra combinado con látex o con viscoelástico serán mucho más recomendados.