Muchas viviendas tienen sus paredes exteriores o las de los balcones creadas a partir de ladrillo cara vista, un material que además de ser muy bonito se adapta a muchos estilos arquitectónicos. Se caracteriza por su dureza y su resistencia, soportando el sol, la lluvia y la nieve.
A pesar de que intentemos proteger este tipo de pared es inevitable que el paso del tiempo las afecte, generando la aparición de manchas blanquecinas. Tengamos presente que el ladrillo es un material poroso que en muchas oportunidades no soporta la filtración de líquidos.

Además las diferentes capas de suciedad pueden quedar adheridas a la pared generando manchas o la aparición de humedades y moho. Por esa razón las paredes irán perdiendo el brillo teniendo un aspecto opaco y sucio. Afortunadamente este tipo de problema se puede solucionar fácilmente, solo se necesitarán algunos elementos y poner manos a la obra.
Una buena manera de tenerlas en condiciones es lavarlas regularmente, así recobraran el color y su brillo natural que tenían el primer día.
Si las paredes de labrillo cara vista ya tienen algunas manchitas blancas deberás eliminarlas con vinagre de alcohol. Este tipo de manchas son comunes en los ladrillos, para quitarlas tendrás que humedecer un trapo con vinagre y dejarlo reposar sobre las manchas, después enjuagar. En el caso de que fuera necesario repetir la operación hasta que la mancha desaparezca.
Eliminar las manchas de grasa
Para eliminar las manchas de grasa que pueden generarse en la pared de ladrillo necesitaremos de detergente. Diluye un poco de detergente en polvo más un poco de detergente para lavaplatos en agua tibia. Ayudándote con un cepillo de cerdas duras frota la superficie en círculos dejando actuar sobre la mancha por algunos minutos. Después aclara con agua limpia. Si tienes la posibilidad de usar una manguera para el jardín mucho mejor.