Hoy os dejo un pequeño espacio lleno de ladrillos, un salón decorado a base de palets y con algunos complementos extras que harán de este lugar un sitio muy cómodo. Como ves la pared es de ladrillo, pero no se han revestido nada más que de pintura ¿por qué dejarlos fuera? Si tienes ladrillos en tu pared, puedes integrarlos dentro de la decoración ¡aprovéchalas!
Decorar un pequeño salón como este no es tan complicado, solo hay que elegir las cosas correctas y escoger unos colores que ayuden a otorgarle más luminosidad. En este caso el blanco se hace el protagonista, lo vemos tanto en las paredes, como en algunos muebles como la mesita de café.
No hace falta invertir demasiado en decoración si recurres a las típicas maderas de palets. Los elementos son muy fáciles de encontrar, luego solo hay que prepararlos, limpiarlos, lijarlos y pintarlos o no. Realiza una estructura en forma de esquina para crear un fantástico sofá donde, gracias a un pequeño colchón, se hace de lo más cómodo. Integra algunos cojines y almohadones del color que más te guste.
Ya que el protagonista es el color blanco, hasta en los ladrillos, procura añadir algunas pinceladas de color. Estas pinceladas pueden darse en los complementos, en los textiles o en algunos muebles. En este caso, el color viene dado por los palets, pintados en azul oscuro y un cómodo reposa pies o puf.
La mesa de café queda en el centro, también en color blanca, destaca un pequeño y hermoso bonsái para dar un toque natural al espacio. Bajo la mesa vemos una bonita alfombra blanca de pelo largo, esto irá muy bien para el invierno. La pared la vemos decorada con algunos cuadros, unos pequeños y otro que parece un cartel dada las dimensiones. Con unos marcos finitos, se hacen el complemento perfecto… lo único que yo quitaría sería los cuernos de ciervo, pues no son de mi agrado… por lo demás un salón perfecto y económico ¿qué os parece?
foto: tapja