Uno de los mejores accesorios para decorar las habitaciones de los niños es poner una pizarra gigante para que puedan dibujar ahí y no se dediquen a pintar muebles o paredes. Además, si haces como en la foto, tendrá todo un rincón dedicado a sus mejores creaciones artísticas. Quién sabe si no acabará pintando una Mona Lisa en su propia habitación…
Puedes optar por una pizarra normal o bien, mucho más accesible y fácil de colocar, un vinilo de pared. Son como los normales, sólo que la superficie, en vez de ser de plástico, es de pizarra. Así podrás pintar con tizas y puede borrarse fácilmente con un borrador o con un paño húmedo. Así estará limpio en pocos instantes. Y además, puede servirte como decoración.
Lo mejor de esto de los vinilos de pizarra es que puedes comprarlo por planchas, para formar una superficie, o comprar otros que vienen recortados con diseños originales. Como por ejemplo, estos animalitos tan simpáticos:
Si por el contrario la decoración es para la habitación de un adolescente o incluso un adulto, puedes optar por vinilos con otras formas más serias, pero igualmente decorativas. O incluso llenar toda la pared. En este caso no son vinilos de pizarra, sino una pintura especial que cuando se seca, da este efecto. Así se puede pintar lo que se desee encima con tiza. Como ocurre en este diseño en el que se imita el cuarto oscuro de un fotógrafo, con algunas imágenes en el proceso de revelado. Todo un toque original para tu casa o tu oficina.
¿Qué te parece esta opción decorativa? ¿Te atreverías a vestir las paredes de tu casa con pizarra?