Dentro de las tareas del hogar, limpiar los cristales es una de las más duras y que menos suelen gustar. El motivo es porque requiere de mucho esfuerzo y no siempre quedan tan bien como uno podría desear. Es fácil encontrar trucos que afirman conseguir una mejor limpieza, pero ¿se tratan de mitos o realidad? Desde Kobold han querido hacer un repaso por algunos de los más conocidos para evaluar sin son ciertos o no.
No limpies los cristales de tus ventanas cuando haga sol
Se trata de una realidad ya que el sol provocará reflejos que nos impedirán ver con claridad las marcar de las zonas que estemos limpiando. Además, el sol hará que el agua se evapore y los productos de limpieza se sequen con rapidez.
Un detergente limpiacristales mantiene los cristales limpios
Mitad realidad, mitad mito. Es cierto que determinados limpiacristales repelen alguna suciedad como el polvo durante algún tiempo, pero es falso que los mantenga limpios ante cualquier agente externo, ya que generalmente la lluvia o las salpicaduras dejan huella. Lo único que permite mantenerlos realmente limpios, como es evidente, es limpiarlos con frecuencia. ¡Aquí no hay magia que valga!
Limpiarás más rápido si lo haces con agua caliente
Se trata de un mito, ya que si utilizamos agua muy caliente, el producto de limpieza podría evaporarse y sería como utilizar agua sola. De esta forma los cristales no quedarían totalmente limpios. Lo mejor es el agua templada.
Son necesarios al menos 3 pasos para limpiar los cristales adecuadamente
Se trata de otro mito. Tradicionalmente la forma de limpiar cristales consistía en distribuir el detergente por la superficie y, posteriormente, pasar un paño para arrastrar la suciedad y secar, pero hoy en día ya no es necesario. Actualmente existen diferentes sistemas y productos que permiten aunar y simplificar estos pasos, ahorrándonos grandes esfuerzos.
Lo mejor para dejar los cristales brillantes es el papel de periódico
Se trata de otro mito. Si bien es cierto que el papel de periódico puede absorber con eficacia el agua, la tinta puede dejar marcas en los cristales. Esto se traduciría en un doble esfuerzo al tener que volver a limpiarlos. También existen otros trucos populares, como el uso de filtros de café, que no terminan de eliminar por completo la suciedad. La mejor opción en cuanto a tejido para atrapar y retener la suciedad sería, sin duda, la microfibra.