Tener la suerte de poder destinar una estancia o área de considerable tamaño a sala de juegos para niños, es todo un lujo que pocos padres pueden permitirse. En un tiempo en que los metros de las viviendas brillan por su ausencia, partir de la ventaja de poder regalar a los peques de la casa un espacio de uso y disfrute tan sólo para ellos, se convertirá en todo un regalo caído del cielo. Pero lo cierto es que no sólo basta con poseer el espacio, sino que habrás de saber cómo organizarlo para aprovechar al máximo las inmensas virtudes y beneficios que puede aportar a tu hogar un espacio como este. Así que hoy, a fin de exprimir al máximo lo que estos espacios pueden dar de sí, te contamos cómo organizar una sala de juegos para niños. ¡No pierdas detalle que comenzamos!

Cuenta con espacio para más de uno
Será toda una suerte que tu pequeño (en caso de ser uno) se entretenga y juegue solo en ocasiones, pero lo cierto es que no es lo mismo contar con una zona de juegos integrada en otro espacio, que tener una sala de juegos para niños ubicada en una estancia en concreto. Dependiendo de la edad que tengan, no les gusta sentirse aislados y lo más habitual será que quieran compartir este especial espacio bien con amigos, primitos o conocidos entre los que sentirse acompañados y arropados. Así que a la hora de llevar a cabo la decoración para una sala infantil de juegos ten presente la idea de que puedan unirse al juego un grupito de niños aunque sea reducido. Incorpora algún puf, grandes cojines, varias sillitas… cualquier cosa que pueda dar cabida a varios niños para sacar todo el partido posible a la estancia.
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Da por hecho que terminarán jugando en el suelo
De modo que si quieres ahorrarte disgustos innecesarios, lo mejor será que des la bienvenida a alguna mullida zona en el suelo en la que puedan tirarse a jugar plácidamente. Colchonetas , cojines de suelo gigantes o algún área en que coloques una mullida alfombra pueden ser más que suficientes. La presencia de cualquiera de ellos fomentará que no estén en contacto directo con el suelo y tú respires más tranquilo ;)

Necesitan un espacio donde expresarse
Decorar dormitorios infantiles con pizarra resulta una técnica tan socorrida para los padres, como divertida para los niños. Están de rabiosa actualidad, y qué duda cabe de que serán uno de los grandes atractivos de cualquier sala de juegos para niños. Y es que tanto si la incorporas en forma de amplia pizarra tradicional, como si te animas a darle forma mediante pintura que aporte esta función y acabado, lo cierto es que fomentarás el afán creativo y esa necesidad de expresarse que a corta edad presentan nuestros peques.
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Sala de juegos para niños. Almacena en altura
Una buena forma de dedicarles todo el espacio libre y posible a su estatura, pasa por almacenar en altura. Seguirán teniendo todo a la vista, aprovecharás la altura completa de la estancia para guardar todos sus juguetes y evitarás al mismo tiempo que tenga acceso a todo y fomente el caos en la estancia en menos de lo que canta un gallo.

Un lugar para sus tareas
Entre tanta distracción, se hace necesario un espacio en el que destinar el tiempo preciso a la realización de sus tareas. De modo que no será mala idea que dediques un apartado a ubicar una mesa baja en la que ya sea sólo o en compañía, lleve a cabo tanto sus quehaceres cotidianos, como las actividades más creativas.

Que el orden forme parte del juego
Incorpora cajas de almacenaje, baúles para juguetes, estanterías expositoras de cuentos y todo lo que se te ocurra para fomentar una rápida hora de la recogida y que sean ellos mismos quienes a modo de juego, se encarguen de llevarla a cabo.

En espacios reducidos, huye de colores intensos
A la hora de decorar los espacios destinados a los más pequeños, perdemos el miedo a introducir colores vivos e intensos. Sin embargo, si la estancia es de modestas dimensiones, te animo a que al ponerte manos a la obra con su decoración, apuestes por colores claros y suaves que no tornen el espacio en estridente.

Como ves, organizar una sala de juegos para niños, no tiene por qué ser complicado. Pon en práctica estos consejos, escucha al niño que llevas dentro ¡y da forma a un encantador cuarto que sea la envidia de grandes y pequeños!