En el día de hoy te contaremos algunas características de las técnicas para decorar tus paredes de manera óptima. Comenzaremos hablando del esponjado, un método que tiene sus secretos para conseguir buenos resultados.
Técnica de esponjado
El método o técnica de esponjado consiste en golpear sobre la pared con una esponja con pintura, ideal para conseguir una superficie manchada y superponer los colores. La pared deberá contar con un color de fondo, que sea, dentro de los posible, claro y después se colocarán uno o más colores esponjando. El resultado variará dependiendo de la esponja que se utilice. Podrás emplear una que sea natural (marina o vegetal) o alguna esponja sintética. Para este trabajo es imprescindible el uso de la cinta de pintor, que se empleará para proteger los marcos, bordes y los sectores que no queramos pintar.

Técnica de trapeado
Esta técnica es muy parecida a la del esponjado, pero se usa un lienzo en lugar de la esponja. Los resultados son similares y para que quede prolija la superficie los golpes deberán ser suave. La técnica es muy fácil y permite cubrir grandes superficies en muy poco tiempo. Lo mismo que en el esponjeado se deberá colocar un tono base y después uno o más tonos para generar el efecto deseado. Puede usarse en las paredes recién pintadas o sobre una pared con pintura antigua que este en buenas condiciones. Si te animas podrás combinar la técnica del esponjeado con la del trapeado, los resultados serán magníficos.
Técnica de espatulado
Esta técnica consiste en aplicar, ayudándote con una espátula, una capa de enduido sobre la pared con el fin de lograr diferentes relieves. Se aconseja usar enduido común y se lo pinta cuando este totalmente seco. Una alternativa es colocar algún tonalizador en el enduido antes de su aplicación. Se puede realizar esta técnica junto con la del estarcido, aplicando el enduido mediante un stencil para realizar alguna figura o dibujo que quede en relieve.