Si quieres mantener un buen clima dentro de tus estancias y mantener la salud de sus ocupantes recuerda siempre la importancia de tener tu casa ventilada. La ventilación podrá ser natural o forzada, eso es lo de menos, lo importante es que se genere un recambio de aire diario.
A nadie le gusta ingresar a una habitación y sentir ese particular y desagradable olor a humedad o sentir que el aire se ha concentrado. Esto demostrará un cierto descuido. Si no mantienes una buena ventilación no intentes invertir un dineral en inciensos o perfumes ya que nada generará buen efecto, solo conseguirás tapar la sensación de aire estancado.

Abrir las ventanas de manera frecuente permite que el ambiente se sienta fresco y estar en él sea una experiencia agradable. Al menos deberás ventilar tu hogar tres veces a la semana y permitir que el aire exterior renueve las partículas que inspiramos y expiramos mientras estamos en el interior del hogar. Esta tarea deberá realizarse aún en invierno.
Realizar una ventilación natural
Existe la posibilidad de realizar una ventilación natural, la cual se lleva a cabo simplemente abriendo las ventanas y permitiendo que el aire entre y salga de la casa. Asi se podrá eliminar la humedad que se produce por la noche.
Ventilación cruzada
Se trata de la ventilación generada por la corriente propia de la casa. Se llega adelante al abrir dos ventanas que estén opuestas, así la renovación de aires es más rápida.
Ventilación forzada
En estos casos será necesario contar con dispositivos de ventilación que permitan dejar el ingreso del aire más frío y respiradores de caballete en el techo que dejen salir el aire que se encuentre más caliente.
Cuando vayas a realizar una ventilación de tu casa recuerda llevar una supervisión para evitar los problemas de temperatura, la pérdida de energía y que se generen corrientes de aire incontroladas.