Dentro del mundo decorativo de las plantas, existe el “arte del bonsái”, todo un arte proveniente de oriente, el cual, conlleva toda una historia ancestral en la forma de su cultivo.
Actualmente, estos árboles, ya no son aquellos legendarios bonsáis, pues con su extensión en Europa, fueron apareciendo otras exóticas especies.
Su cultivo, es dedicado con paciencia y mucho cuidado, aunque sus técnicas no son tan complicadas como parecen.
Antiguamente, en sus principios, estos arbolillos, eran originarios del bosque, en donde se cogían en miniatura para darle la forma original. Actualmente, esto ha desaparecido, pues las formas se le dan a través de alambres, dándole el aspecto más deseado.
Los estilos, más que de las especies, se dan por la forma en que crecen. Existen varios tipos como pueden ser:
Bunginji es traducido como “Letrado”, en honor a los creadores (un grupo de sabios). Tiene el aspecto de conífero con tronco delgado y pocas hojas. Este árbol, reproduce a los que crecían en el borde de los bosques. Su cultivo ideal es en macetas redondas y anchas.
Chokkan significa “extremadamente vertical”. Su tronco es totalmente recto y afilado desde la base hasta el ápice. Es la estructura más común.
Hokidachi traducido como “ponerse de pie”. Es el más parecido a un árbol natural. Las ramas se encuentran a la misma altura, su tronco es derecho y las ramas totalmente extendidas. Su vegetación es muy recargada.
Kengai significa “enganchado al acantilado”, lo cual, da a entender su forma de cascada y sus orígenes de las plantas que se formaban a lo largo de los acantilados. La maceta ha de ser profunda para crear el estilo de caída deseado.
Fuente: florpedia