Pocos son los niños que no provocan una batalla campal cuando llega la hora de ducharse o lavarse los dientes. La única tarea que no quieren dejar por nada es jugar, jugar y jugar. Por eso todo lo que implica obligaciones se plantea a modo de juego para que ellos no sepan que están haciendo eso que tanto les molesta, y los padres tranquilos ven como las obligaciones de los pequeños se cumplen.
Basándose en esta idea, Laufen han creado una gama de productos imaginativos llamados Florakids. Con ellos se puede convertir un baño normal y corriente, en un pequeño mundo paralelo lleno de aventuras y personajes a su altura.
Así han conseguido transformar un simple espejo en una oruga gigante y una pica para lavarse las manos en una flor. Los colores son muy intensos y vivos, que se pueden mezclan con la misma explosión de colores en el resto del baño, o respetar los tonos claros y blancos mezclados con los elementos de Florakids.
Están adaptados a sus gustos e inquietudes, pero si queremos que se los hagan suyos lo mejor será colocarlos a su altura y dejar que ellos manden allí. Si más no la mayor parte del tiempo.
Un paso principal de bebé a niño es el momento en el que pueden ir al baño solos, por eso en Florakids han diseñado esta base de inodoro con unas pequeñas alas a los lados. Sirven para que el niño pueda sujetarse en ellas a la hora de estar sentado y no perder estabilidad. Estos elementos les ayudan a tener algo más de autonomía, lo que les produce una agradable sensación que significa que están creciendo.
Aunque todos los productos están pensados para que los pueda usar un niño, es preferible que hasta que el niño no sea algo mayor y responsable, los padres estén con él para evitar que se pueda hacer daño.
Al fin y al cabo, tienen toda la vida para crecer.