Cuando compramos una vivienda, habitualmente por defecto, todos los dormitorios están pintados en el mismo color, que suele ser un tono neutro, liso y sencillo, en caso de querer alguna variante, debemos notificarlo a la constructora y en ocasiones, nos permiten elegir entre otras opciones, sino, una vez que nos entreguen el piso o la casa, nosotros deberemos personalizar la decoración de cada uno de los cuartos, en especial la decoración de las paredes de un cuarto infantil, son las que requieren un mayor esfuerzo de ingenio e imaginación para conseguir que sean del gusto del pequeño.
Las cenefas, las pegatinas y el papel pintado diseñados y decorados con motivos infantiles son idóneos como recurso a la hora de trabajar la decoración del cuarto de los niños, su uso es muy sencillo sólo tenemos que pegarlas, pero es importante elegir bien tanto el modelo, como la ubicación y la coordinación con el resto de los elementos de la decoración del dormitorio.
Debemos tener en cuenta en primer lugar el suelo que habitualmente no vamos a modificar, si es de madera o de cerámica en un tono neutro, no hay ningún problema, puesto que combinan con todo, si se trata de una cerámica de color, entonces tendremos que condicionar el resto de la decoración a esos elementos previos y buscar muebles y accesorios que se adecúen al ambiente ya predeterminado.
No tenemos porque decorar todas las paredes de la misma manera, de hecho resulta más atractivo visualmente el contraste de unas paredes lisas con otras más decoradas y cenefas o murales, en unas paredes sí y en otras no, por lo tanto podemos elegir entre las cuatro que conforman el cuarto, cuales son las que llevarán una mayor carga decorativa, además las paredes lisas podrán ir pintadas en un color más fuerte, a juego con los dibujos de las decoradas con papel pintado.
Por otro lado los motivos decorativos de cenefas, papel o pegatinas podremos combinarlos también con los complementos textiles permanentes del cuarto, cortinas, tapizados, cojines de suelo o alfombras para incrementar el equilibrio estético, la armonía y la consonancia en la decoración. Se trata principalmente de que el conjunto resulte muy alegre, un pequeño mundo de ilusión creado para favorecer el desarrollo del niño en todos los sentidos.
