A medio camino entre el concepto de alfombra y el de sofá encontramos algunas propuestas, de elementos que se colocan sobre el suelo como una simple alfombra pero que incluyen respaldo como un confortable asiento, la idea puede ser interesante para un sala de estar juvenil y original o para una zona de relax en un dormitorio.
Tanto en espacios reducidos como en los más amplios se le puede encontrar utilidad, si el espacio es escaso porque nos permite prescindir del sofá y aunque a la larga, prescindir de un sofá para la mayoría es imposible, en viviendas provisionales o en segundas viviendas en las que no vayamos a pasar demasiado tiempo, sí puede ser una solución práctica además de económica.
En el caso de espacios muy grandes, la idea es crear a partir de esta alfombra-asiento una zona especial dentro de una estancia más grande donde haya también otros ambientes, por ejemplo en dormitorios de grandes dimensiones o en un salón amplio donde podamos permitirnos el lujo de tener una zona para un ambiente de suelo y muebles bajos y otra más convencional.
La propuesta es de Capellini, pero en realidad casi podemos fabricarla por nosotros mismos, simplemente tenemos que adquirir una alfombra mullida y confortable, preferiblemente de pelo largo y fabricar la estructura de madera sencilla que colocada por detrás hace de soporte y respaldo, no será nada difícil para los aficionados al bricolaje.