No tiene por qué haber un motivo especial para crear una noche romántica pero, lo haya o no, debemos estar debidamente preparados para ofrecer en San Valentín lo mejor a nuestra pareja y por tanto ambientar el lugar de forma que ambos os sintais cómodos y relajados.
Hay muchos recursos que utilizar que no nos costarán nada y que nos llevarán solo unos minutos. Para ambientar es muy importante la iluminación, que se debe caracterizar por una luz tenue. Se puede conseguir con un regulador de luz o con una pieza de ropa o tela que nos permitirá cubrir la lámpara para disminuir la luz, y con el que además podremos elegir un color adecuado (no os recomiendo el rojo, demasiado atrevido y recuerda a otro lugar).
Esta luz también se puede combinar con velas, que nunca están de más, aunque no hay que excederse. El olor también juega un papel muy importante y también son muy útiles para crear ambientes. Para una noche romántica convienen aromas dulces, de frutas o florales. Las propias flores o pétalos pueden ayudarnos a completar la decoración, solo hay que coger algunas hojas y colocarlas en algunos lugares, como la mesa o el sillón.
Los colores de la decoración deben ser claros y suaves, blancos, beige o arena, que aportan tranquilidad. Y por último, la música.
Con estas sencillas pautas ya puedes preparar una noche románticas o ir preparando la cena de San Valentín.
Vía: decoracion.trendencias.com