Me encantan las hamacas, parecen perfectas para echarse una siesta en verano, a la sombra de un gran árbol, con un suave vaivén que nos transporta a la lejana época en la que mamá nos acunaba. El problema es que no te puedes mover demasiado porque sino vas directamente al suelo y la tele-transportación se interrumpe de golpe.
Por eso cuando he visto esta «cama flotante» me ha enganchado desde el primer momento. Es una superficie redonda, resistente y uniforme colgada del techo por un sistema de correas. Además se me ocurre la ventaja de que, si la correas soportan, puedes dormir acompañado/a, ya que es bastante amplia.
También se puede utilizar como cama habitual en la habitación, pero yo no se si podría dormir una noche entera con el balanceo. Su nombre el Floating Bed y lo único malo es su precio: entre 2.800 y 3.500 dólares (2.400 y 2.970 €).
Más información: Floating Bed
Vía: Embelezzia