Los espacios se pueden sacar de cualquier lado, incluso el rincón más insospechado se puede convertir en útil. Por ejemplo, este armario que se ha convertido en oficina.
Tras un cuarto trastero o armario empotrado podemos encontrar una oficina pequeña pero muy útil. Para ello hay que tener en cuenta si disponemos de toma de electricidad para enganchar el equipo informático y para enchufar una pequeña luz, que seguro será necesaria. Otro dato a tener en cuenta es la conexión de Internet: wifi o con cable. Si es con cable deberemos llevarlo hasta allí, y posiblemente pasarlo con un agujero en la pared.
Las estanterías deben ser resistentes y estar bien fijadas en la pared, para poder guardar todos los recursos que necesitaremos para trabajar o estudiar, y seguramente algunos más. Recordar en este punto que el armario se puede seguir utilizando como armario, pero la cantidad de cosas que podremos guardar será menor.
Cuando no lo necesitemos solo hay que cerrar la puerta y todo seguirá como antes.
Vía: Decora Hoy