La Bóbila no un fábrica de muebles. La Bóbila no es una restaurante. La Bóbila no es una ONG. Es todo eso junto y mucho más. Hace unos años Juan Granada y Miriam Cuatrecasas dedicidieron reutilizar una antigua fábrica de ladrillos y convertirla en un multiespacio en el que hay lugar para el diseño, la solidaridad, la ecología y el comercio justo.
El proceso de creación sigue el siguiente esquema: los diseños son creados en Corça (pueblo en el que se encuentran) y enviados a países del sudeste asiático y Marruecos donde son construidos artesanalmente. La finalidad es ayudar a los pequeños artesanos y clanes familiares del tercer mundo a través del comercio como herramienta de trabajo.
La calidad de los materiales es un requisito imprescindible, los muebles deben estar realizados con maderas certificadas que cumplan con el programa ecológico. Una vez fabricados vuelven a las instalaciones de La Bóbila donde se les dan los retoque finales para su comercialización.