¿Crees que tu habitación debe desprender armonía, orden, relajación y equilibrio? Pues hoy te traigo un estilo con el que seguro te identificas, se trata del estilo Zen, muy habitual en los países orientales y está basado en dar prioridad a la naturaleza y a la libertad de espacios. Hoy analizamos algunas de esas claves:
Tonos
Utiliza tonos claros y líneas rectas evitando utilizar ornamentos en exceso, esto hará de tu habitación un lugar mucho más amplio pero sin llegar a ser recargado.
Muebles
Los muebles han de ser en tono claro para apoyar el color claro de las propias paredes y aumentar la sensación de claridad.
Estilo
Al ser un estilo oriental, los muebles deben de seguir esto. Por ello es necesario que el cabecero sea bajo y que evites las cosas recargadas. Absolutamente todo tiene que estar en equilibrio y siempre buscando lo más ordenado posible
Iluminación
La iluminación debe ser agradable pero sin llegar a ser excesiva, tiene que ser algo que forme parte del ambiente y que se dé por sí mismo para crear la sensación de fluidez. Intenta prestar mucha atención a la hora de elegir lámparas, pues como hemos dicho antes, evita la ornamentación excesiva. Las luces poco naturales no funcionan en este tipo de espacios.
Accesorios
Los accesorios básicos en el estilo Zen son el cristal y la cerámica en tonos claros, como hemos dicho poco recargados. Los edredones también son claros y las telas han de ser de algodón y los colores más destacados son el blanco y los colores neutros. En cuanto a las paredes, la decoración debe ser muy leve y nada recargado. Todo colocado de manera simétrica
¿Qué cosas no lleva el estilo Zen?
Más o menos te lo has podido ir imaginando en los apartados anteriores, pero por si no te ha quedado muy claro o tienes duda, evita los cabeceros altos, los tonos oscuros, las cosas muy recargadas u ornamentadas y evita las cosas que no necesites o dificulten la fluidez del espacio.
Fuente: Decoralos