Debemos reconocer, por absurdo que parezca, que en alguna ocasión hemos soñado con tener una casa de repuesto, que podamos tener guardada en la cochera y que solo usemos cuando se haga imperante su necesidad. Una pequeña casa (no nos imaginamos un palacio) que se ensamble fácilmente y que además sea modular, lo que nos permitiría variar sus funciones, su tamaño y sus plantas. Podríamos usarla como bodega, como casa de descanso, sería una bella oficina, un estudio, una casa de invitados, o una de juegos para los niños, justo en el jardín trasero de nuestro hogar de todos los días.
Una solución para esta ensoñación es la propuesta OFT de la casa de diseño SAND & BIRCH STUDIO, conformada por las creadoras Samanta Snidaro, Andrea Fino y Barbara Giroldi. El nombre OFT proviene de la palabra Loft, a la cual se le ha quitado la letra inicial L, que es en esta abreviatura la descripción del “Largo”. De hecho esta casa modular se caracteriza por sus dimensiones reducidas y su básica composición, pero que al igual que los pisos Loft, tiene una gran capacidad para adaptar sus espacios a partir de las necesidades y el cambio. Este sistema arquitectónico se transforma en el tiempo y el espacio según nuestras necesidades y con solo variar los elementos estructurales tendremos por lo menos cuatro opciones de disposición espacial. Para mayor información sobre esta novedosa propuesta visitemos la página Web http://www.sandbirch.com.