Qué nervios, qué miedo

Qué nervios, qué miedo

Esta mañana, por asuntos de trabajo, debía tomar un vuelo fuera del país. Era muy importante que acudiera a una reunión en representación del estudio en el que trabajo, para mí, para mi jefe, y para todos los empleados. Decidimos que yo era la indicada para representar la firma porque, gracias a la inversión de mis padres y a mi buen juicio y dedicación, hablo inglés y francés perfectamente. Todo parecía ser una muy buena oportunidad para salir de la rutina por un par de días y de ganar un par de puntos a los ojos de mis superiores, profesionalmente.

En el aeropuerto lo que parecía toda una buena experiencia se transformó en pesadilla porque, ya comprados los tiquetes, facturadas las maletas y llegada a tiempo a abordar, me di cuenta de que mi documento de identificación estaba vencido, igual que mi visa: soy latinoamericana y por lo mismo muy olvidadiza y relajada. No solo eso, también tuve que pagar sobrepeso de equipaje porque no me enteré, cuando lo compré on-line, de que había un límite muy pequeño de maletas. Al final conseguí embarcar el avión y salí victoriosa pero muy lastimada de toda la situación.

Qué nervios, qué miedo 1

Nunca más se me olvidará renovar ningún documento, ni llegaré tarde a ninguna cita, ni se pasará la hora de darle el medicamento a mi abuelita. Con la pequeña maquinita calendario B&B, Bed and Breakfast, siempre estaré prevenida de la hora, el día, el mes y el año. Es una antigüedad original de Rusia que conserva su utilidad gracias a que el tiempo no cambia, ni existe. Mayor información en la página Web http://www.lonelyplanetimages.com

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