En algunas ocasiones hemos visto espacios que inicialmente no estaban pensados como vivienda pero que se han reconvertido en ellas, como garajes o parques de bomberos. Es una obra complicada hacer habitables todos esos metros pero con esfuerzo, paciencia y originalidad se consigue.
En esta ocasión se trata de un antiguo almacén y me ha chocado, si cabe, un poco más al lucir de un blanco pulcro y resplandeciente. Al traer a nuestra mente un almacén pensamos en un lugar no oscuro, pero si con poca iluminación, con objetos por todos lados, estantes llenos hasta arriba y a menudo mucho polvo.
Pues este loft ha pasado de una cosa a otra, y no deja atisbo alguno de su antigua utilización, si acaso los tablones de madera en el suelo, los grandes espacios y techos altos.
Vía: Delikatissen