Los cabeceros de forja son una opción muy elegida por muchos para decorar su habitación. Personalmente, los prefiero a los grandes cabeceros de madera porque no restan demasiado espacio visual y dan más sensación de amplitud (siempre y cuando no sea excesivamente recargado).
Sin embargo hay otras opciones de tener un cabecero de forja sin tener que hacer un gasto excesivo de dinero y haciéndolo en casa: podeís bordarlo. Este que vemos en imagen es un diseño de Lydia Lee y su elaboración es sencilla siempre y cuando sepaís algo de costura, aunque también os lo pueden hacer.
Lo primero que hay que hacer es dibujar en papel el diseño que hemos pensado y después ajustarlo al espacio que tenemos en la tela. Podemos dibujar al lápiz la líneas por las que tendremos que coser y en base a ellas empezar. Hay que tener en cuenta que el trazo debe ser lo suficientemente grueso para que se aprecie el dibujo sobre la tela.
Es mejor empezar desde el centro a los extremos para ver como nos va quedando y hacerlo totalmente simétrico. Una vez terminado, es preferible lavarlos y plarcharlos ante de ajustarlo al cabecero. De esta forma hemos creado un cabecero totalmente personalizado y original.
Vía: decoracion.trendencias.com