Las piruetas decorativas que hacen los diseñadores, decorador, arquitectos… hoy en día son cada vez más curiosas y chocantes por otro lado. Os propongo un reto: mirad la imagen. Si tuvieseis que adivinar de un primer vistazo dónde se encuentra el dormitorio ¿qué diríais? ¿tras la estantería? ¿al fondo? ¿En la pared? Y ¿no habéis reparado en la pared blanco suspendida?
Exactamente ahí se encuentra.
Se trata de un proyecto con firma del arquitecto frances Emmanuel Combarel Dominique que se inspiró en los Jardines Colgantes de Babilonia, una de las 7 maravillas del mundo antiguo. Supone una forma de buscar espacio donde no lo hay, aprovechando los techos altos y «sacando» de las alturas una nueva habitación que antes no exitía y que hará las veces de dormitorio. No habrá demasiados metros para armarios o muebles, solo para la cama y algún mesilla, como vemos en la imagen, incluso un soporte para una televisión, pero poco más.
No tiene puertas, sino que el frente está abierto aprovechando la climatización de la casa. A la espalda de la habitación queda el salón, y frente a él la cocina y el baño. No se aprerecia bien, pero en la primera fotografía parece adivinarse un pequeño pasillo por el que se podría accidera a un pequeño vestidor. Ahi tendríamos nuestro armario.
Se me ocurre que en caso de tener invitados a cenar, se podría instalar una cortina correderas como las que vimos ayer, y así ocultar momentáneamente el cuarto. De todas formas es una idea estupenda y una forma inusitada de aprovechar el espacio, pero ya que estamos yo le pondría una pequeños pilares que fuesen hasta el suelo. Cuestión de tranquilidad.
Vía: Freshome