Puede ser que no nos demos por enterado de que nuestra vida diaria está llena de ritos que nos permiten desarrollar las actividades que tenemos planeadas. Los tenemos de iniciación, como el primer café de la mañana y el lavarnos los dientes antes de la ducha, de finalización, no nos vamos a la cama sin antes leer dos páginas de un libro, y otros acompañan los procesos o quién no se aleja del ordenador por unos minutos para fumar un cigarrillo o tomarse un bebida refrescante. Muchos son nuestros ritos pero existen algunos que compartimos en familia y que aprendemos desde chicos y nunca los dejamos porque no representan un aspecto negativo de nuestra personalidad sino que nos preparan para enfrentar nuevas situaciones y nos ayudan a generar confianza en nosotros mismos.
Una práctica muy frecuente en hombres y mujeres de todas las edades es darse una mirada en el espejo antes de salir de casa, antes de salir de la oficina, incluso antes de irse a dormir. Para poder darnos un buen vistazo aprobatorio necesitamos uno generoso ya que no quedamos tranquilos si no podemos observar bien el conjunto de nuestro atuendo, corregir la postura de la espalda y asegurarnos de que la cartera vaya bien con los zapatos, pero no demasiado combinado. El espejo DRESSING UP o “vístete” está fabricado especialmente para darse esa chequeada final. Su forma es la de una silueta de una mujer muy elegante y confiada en si misma, tal y como queremos sentirnos a la hora de salir a hacer la compra. El material del espejo es acrílico, por lo que lo hace más seguro, y está montado en una superficie de madera contrachapada. Sus medidas son 40 cm de altura por 45 cm de ancho, aunque en la cintura de la figura es un poco más estrecho. Está elaborado en Inglaterra y su precio es cercano a los 295 euros. Mayor información en la página Web www.susanbradley.co.uk