Cuando comenzamos un proyecto decorativo solemos afirmar que debemos adaptarnos a los espacios preconcebidos de forma arquitectónica y morfológica con la finalidad de sacarle el mayor partido en la aplicación de nuestra tendencia, sin embargo algunas practicas decorativas pueden comenzar con una ambientación, detalles que suman y caracterizan de manera muy sutil pero elegante las aplicaciones decorativas que se desarrollaran.
Las molduras con parte de ello y son implementadas en decoraciones de índole clásico, el resultado estético también permite la implementación de mobiliario moderno creando esos aspectos decorativos que combinan lo elegante y lo moderno de manera muy bien lograda, pero centrándonos en estas piezas repasaremos su función, forma de implementación y posibilidades de lograrlas.
Para lograr estos efectos es necesario o bien adquirirlos en una tienda especializada o comenzar adquirir conocimientos en yeso, la forma en la cual las piezas son creadas es por medio de moldes, por lo que una vez logrado el molde el proceso se reduce a verter yeso esperar su secado y aplicarlo.
Las posibilidades en molduras son las siguientes, barroco este tipo de aplicaciones se caracteriza por lo rebuscados de las formas, imitando especies vegetales con esquinas bien marcadas y elementos que lejos de preparar el espacio se convierte en el destaque principal, a su vez encontramos una pieza central destinada al destaque de la luminaria sumamente compleja, la habilidad artística es el valor real que este estilo desempeña y plasma.
Las molduras clásicas por el contrario son similares pero de un carácter depurado, la idea es lograr el detalle sin suntuosidad de manera elegante y decorativa, estas molduras son las mas populares por su bajo costo en relación a otras piezas.
La aplicación de estas molduras es muy sencilla y prácticamente puede realizarla cualquier usuario, las posibilidades son enormes en relación a la puesta creativa y la capacidad estética, molduras sin destaque cromático encuentran una gran combinación con la madera y el ladrillo logrando esa capacidad clásica y moderna, los tonos dorados y blancos predisponen a una concepción de suntuosidad clásica.
