Por que sí. Porque las normas están para saltárselas de vez en cuando. Y porque tu casa, desde el recibidor al último de sus dormitorios, es tu territorio y en él mandas tú. Y porque el resultado, en muchas de las ocasiones, será espectacular. Descubre estas 6 reglas de decoración de siempre y rómpelas en mil pedazos.
Son muchos los factores que determinan la decoración de una casa, pero uno de los más importantes (si no el que más) es la forma en que refleja los gustos y la personalidad de sus dueños. Y si no lo hace, debería hacerlo porque nuestra casa ha de ser una manifestación de nosotros mismos. Por eso, y para que tu propio criterio prevalezca sobre todo lo demás, aquí tienes 6 reglas de decoración que puedes saltarte sin remordimientos.
No se trata de ir a contracorriente. Tengo que decir que muchos de los preceptos básicos que se transmiten desde siempre en lo que a interiorismo se refiere tienen una base totalmente fundada.
Pero también es cierto que existen muchas normas y reglas de decoración que se dan por supuestas y que en realidad no son del todo ciertas. O depende de cómo se interpreten y de la forma en que se lleven a cabo.
Como muestra, fíjate en las normas de oro que te explicamos a continuación. Si no te gustan o no estás de acuerdo con ellas, tienes licencia para pulverizarlas. ¡Sigue leyendo!
Reglas de decoración: Ten en cuenta siempre la proporción de la habitación
Quizá porque siempre lo hemos oído, terminamos por interiorizarlo y creerlo a pies juntillas. La proporción es importantísima y nunca, pero nunca, debemos dejarla al margen cuando estemos planificando las diferentes zonas de un salón por ejemplo.
Sin embargo, esto no tiene por qué ser así. Al menos, no siempre. Las habitaciones simétricas son fáciles de decorar y de amueblar, pero también pueden quedar más sosas y anodinas. Jugar con la proporción del espacio, por el contrario, resultar interesante en muchas ocasiones.
Para hacerlo, traza una línea imaginaria que atraviese la habitación, quedando fuera del centro y utilízala como referencia cuando establezcas las distintas zonas de uso del salón.
No mezcles estampados de colores brillantes
¿Un estampado floral de gran formato y colores intensos junto a unas rayas potentes de tonos vivos? ¿Por qué no? Todo depende del espacio en el que lo uses y de los matices de los propios colores. Aplica tu criterio y rompe esta regla de oro si te parece. Seguro que aciertas.
Nunca uses el color negro en habitaciones infantiles
La imaginación de los niños es desbordante y sus prejuicios nulos. ¿Por qué habría que elegir solamente colores pastel para decorar sus dormitorios? El color negro es una potente herramienta de diseño y puede quedar genial en un cuarto infantil. Eso sí, aplicado de la forma correcta.
Si tú crees que va a funcionar, utilízalo en una pared siempre y cuando la habitación sean amplia y luminosa. O ponlo en los muebles y en superficies pequeñas. Añade un color intenso que le de dinamismo al espacio y ¡ya lo tienes! Un cuarto infantil con mucha personalidad.
No combines jamás rayas y lunares
Esta es una de esas reglas de decoración que servía para todo: para los textiles del salón, y para la ropa de cama, o para los acabados de las superficies de cualquier estancia. ¡Rayas y lunares NO!
Sin embargo, y como ya hemos visto que ocurre en la mayoría de las ocasiones, el resultado está en función de la forma en que rompamos estas normas, tan alegremente aceptadas. Es decir, mezclar lunares y rayas puede quedar fatal si no tenemos en cuenta el color ni la escala de los estampados.
Pero si buscamos rayas y lunares del mismo formato y color, el resultado puede llegar a sorprendernos de forma muy agradable.
El blanco es el mejor color para un cuarto de baño
Si bien es cierto que el color blanco aporta sensación de limpieza, no tiene por qué ser siempre la mejor opción. Dado que los baños suelen ser las habitaciones más pequeñas y sencillas de toda la casa, puede ser una buena idea dotarlos de un poco de color que anime el espacio y lo haga más atractivo.
No correrás el riesgo de saturarte y cansarte de los colores si eliges uno que te guste de verdad. O piensa en otras opciones, como un bonito papel pintado con estampado. Por cierto, aquí tienes otra regla de oro que puedes romper sin pensártelo dos veces. Esa que dice que los papeles pintados no son para el baño o la cocina. Por suerte, hoy existen papeles vinílicos y lavables que resisten perfectamente las manchas y la humedad.
Nunca uses el rojo en un dormitorio
Es un color muy especial, vibrante y dinámico hasta el infinito, pero no tiene buena fama en lo que a decoración de dormitorios se refiere. Y es que estamos acostumbrados a oír y pensar que los mejores colores para decorar un dormitorio son los tonos claros y neutros, o los fríos como el azul y el verde. Es cierto que estos inducen al relax, pero en esta cuestión nada es blanco o negro y hay muchos matices que explorar.
Como ves, las reglas de decoración de siempre se pueden romper con buenos resultados, siempre que tu criterio y la situación lo requieran. ¿Y a ti? ¿Cuál de todas estas reglas te saltarías sin dudarlo?